El hablar de comunicación es tan sencillo, pero es una palabra que engloba tantos aspectos no imaginamos. En educación, la comunicación juega un papel fundamental dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje, y más aún dentro del paradigma del constructivismo, teoría del aprendizaje en la que tiene sus cimientos la RIEMS.
Para que la comunicación dentro del salón de clase o fuera de el sea efectiva, es necesario que a la vez sea afectiva, y no solo esto, sino que venga cargada de un clima emocional que propicie el desarrollo optimo de este proceso.
Tomando en cuenta que como a los humanos se nos pasa la vida comunicándonos de diversas formas, en la actualidad estamos invadidos de formas en las que la relación personal esta cada vez más distante; con la aparición de las nuevas tecnologías y las telecomunicaciones, esta quedando de lado un factor fundamental del proceso de comunicación, la relación afectiva.
Sabido es que para establecer una comunicación de calidad se requiere de lo que es llamado fuente-destino; que elaboran un mensaje enviado a través de un canal (el cual puede ser diverso), el objetivo fundamental sería la retroalimentación, que vendría a confirmar el entendimiento y la apropiación del mensaje emitido.
El uso de las TICs en la educación han venido a revolucionar los procesos de enseñanza y aprendizaje, este tipo de tecnología se han convertido en una necesidad real para los planteles educativos, pues a través de estos medios se tiene acceso a la información requerida para cualquier área del conocimiento.
Pero las TICs por si solas no significan nada para los estudiantes y el docente, para ello se requiere de la comunicación, una comunicación en la que se incluyan gestos, apariencias, movimientos, silencios y palabras, pero cargadas de afectividad para que surja el efecto deseado, que es transmitir no precisamente conocimientos, sino la capacidad de emplear de manera adecuada las tecnologías para un aprendizaje significativo y el desarrollo de habilidades que vengan a apoyar la adquisición de competencias.
Para ello es necesario el uso de la mediación propiamente pedagógica, es decir, una racionar el uso de las tecnologías y la comunicación en beneficio de los estudiantes y su desarrollo cognitivo y emocional, lo que vendría a consolidar el desarrollo integral de nuestros alumnos.
Para que la comunicación dentro del salón de clase o fuera de el sea efectiva, es necesario que a la vez sea afectiva, y no solo esto, sino que venga cargada de un clima emocional que propicie el desarrollo optimo de este proceso.
Tomando en cuenta que como a los humanos se nos pasa la vida comunicándonos de diversas formas, en la actualidad estamos invadidos de formas en las que la relación personal esta cada vez más distante; con la aparición de las nuevas tecnologías y las telecomunicaciones, esta quedando de lado un factor fundamental del proceso de comunicación, la relación afectiva.
Sabido es que para establecer una comunicación de calidad se requiere de lo que es llamado fuente-destino; que elaboran un mensaje enviado a través de un canal (el cual puede ser diverso), el objetivo fundamental sería la retroalimentación, que vendría a confirmar el entendimiento y la apropiación del mensaje emitido.
El uso de las TICs en la educación han venido a revolucionar los procesos de enseñanza y aprendizaje, este tipo de tecnología se han convertido en una necesidad real para los planteles educativos, pues a través de estos medios se tiene acceso a la información requerida para cualquier área del conocimiento.
Pero las TICs por si solas no significan nada para los estudiantes y el docente, para ello se requiere de la comunicación, una comunicación en la que se incluyan gestos, apariencias, movimientos, silencios y palabras, pero cargadas de afectividad para que surja el efecto deseado, que es transmitir no precisamente conocimientos, sino la capacidad de emplear de manera adecuada las tecnologías para un aprendizaje significativo y el desarrollo de habilidades que vengan a apoyar la adquisición de competencias.
Para ello es necesario el uso de la mediación propiamente pedagógica, es decir, una racionar el uso de las tecnologías y la comunicación en beneficio de los estudiantes y su desarrollo cognitivo y emocional, lo que vendría a consolidar el desarrollo integral de nuestros alumnos.
